jueves, 3 de enero de 2008
Chando Yances: Artista de las siete vidas
Reflexiva, evolutiva y erótica son las tres palabras que describen la obra de Chando Yances y que, fácilmente, podrían describirla a ella como mujer.
Hace aproximadamente 20 años, luego de haber cursado estudios de Artes Plásticas, Diseño de Joyas y Arquitectura en Europa, Chando regresó a Córdoba para sumergirse en lo más profundo de sus raíces. Desde entonces, ha estado involucrada con los procesos creativos de maestros y artesanos de la región, apropiándose de ellos y haciéndolos parte de su proceso de evolución.
Pero fue hasta hace poco que el nombre de Chando Yances comenzó a escucharse en el ámbito cultural cordobés. Ella explica que le tomó mucho tiempo y valentía salir al ruedo y exponer su trabajo ante tan exigente público.
"Hace dos años, a través del curador Arturo Figueroa y con el apoyo de la Fundación San Isidro, consigo mostrar mi primer trabajo en una exposición de artistas populares cordobeses llamada "Arraigos". Hubo muchas críticas entonces, buenas y malas” recuerda Chando.
"Hamacas Eróticas" fue el nombre de la obra presentada por Chando durante la exposición ‘Arraigos’ y posteriormente en otras instituciones como la Universidad del Sinú en donde recibió, una vez más, elogios y cuestionamientos. La obra representaba escenas eróticas en fondos coloridos utilizando materiales y texturas propias de los telares de hamacas.
"Pasaron 20 años antes de que me decidiera a mostrar mi trabajo. Había mucho temor. Cosas muy tenaces habían pasado en mi vida y el superarlas me hizo darme cuenta que sí podía”, explica Chando.
TRANSVERSALIDAD ARTESANAL
Cuando era niña, Ana Cecilia Yances era llamada cariñosamente por sus familiares como ‘Michi’.
Fue Rafael Pombo, en gran parte, el culpable de que Ana Cecilia recibiera el seudónimo de Chando. Su hermana, según recuerda, entonaba el inicio de un poema de Pombo que dice: "Mirringa, mirronga, mi gata candonga" y lo relacionaba con ‘Michi’, la forma en que se llama a los gatos.
Fue tras esa continua repetición del fragmento del poema de Pombo que Mirringa pasó a Michinga y Candonga a Chandonga. En poco tiempo todos conocían a Ana Cecilia como Chando.
"Yo adopto ese apodo familiar y como me parecía muy artístico lo utilicé desde siempre", explica.
Y como una gata sobre lo tejados, Chando empezó a caminar sobre la delgada línea de la transversalidad artesanal, término acuñado por ella, pero al que ha dado una significación profunda, aplicable a la obra de otros artistas.
"La transversalidad artesanal es una línea que yo trazo entre lo qué es la artesanía y lo que son las artes plásticas. En este ciclo están plasmados una cantidad de sentimientos, de pensamientos y de historias y está capturado todo lo que yo había vivido, a través de estos 20 años, y mi experiencia con los artesanos".
Esta obra fue destacada en la pasada Semana Cultural de la Universidad de Córdoba y en ella se mostraba la combinación de técnicas propias de las artes plásticas entrelazadas con tejidos y materiales artesanales de la región como la caña flecha.
"AMULETOS" EN EL SALÓN REGIONAL DE ARTISTAS
Chando Yances fue una de las artistas participantes en el XXII Salón Regional de Artistas, realizado este año en Riohacha, (Guajira).
Con la obra "Amuletos", Chando obtuvo el segundo lugar dentro de los 10 artistas que participaron por Córdoba en el evento. El artista Jairo Támara ocupó el primer lugar dentro de la convocatoria.
Para esta obra Chando se inspiró en la figura lánguida de las mujeres de Uré y las representó con trozos de telares de hamacas, fibra de caña flecha y un poco de oro.
En "Amuletos" vuelven a salir a flote los conceptos que han marcado la obra de Chando Yances: reflexiva, evolutiva y erótica, quien, como una gata con más de 7 de vidas, renace hoy para mostrar al mundo el brillo de sus ojos en medio de la noche.
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